Los endocrinólogos pediátricos de Duke cuidan a bebés, niños y adolescentes con los siguientes trastornos tiroideos.
Hipotiroidismo (tiroides poco activa)
Esto sucede cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea. Algunos niños nacen con un problema en la glándula tiroides. Algunos desarrollan afecciones autoinmunes, como la tiroiditis de Hashimoto, que dañan la glándula tiroides.
Hipertiroidismo (tiroides hiperactiva)
Esto sucede cuando la glándula tiroides produce exceso de hormona tiroidea. Los tipos de hipertiroidismo incluyen enfermedad de Graves, hashitoxicosis y nódulo tiroideo hiperactivo.
Bocio (glándula tiroides agrandada)
Un bocio puede indicar una glándula tiroides con actividad reducida o aumentada. En algunos casos, la glándula crece tanto que provoca dificultades para respirar o tragar.
Nódulos de tiroides
Estos crecimientos en la glándula tiroides pueden ser benignos (no cancerosos) o, menos comúnmente, cancerosos. Los nódulos también pueden ser no funcionales, lo que significa que no producen hormonas, o hiperfuncionantes (producen hormona tiroidea adicional).
Cáncer de tiroides
Ocurre cuando las células de cáncer crecen en las células de la glándula tiroides. Los tipos incluyen cáncer papilar, folicular y medular de tiroides.
Afecciones genéticas
Puede aumentar el riesgo de que un niño desarrolle cáncer de tiroides. Estos incluyen neoplasia endocrina múltiple tipo 2 (MEN2), síndrome de DICER1, poliposis adenomatosa familiar (FAP), síndrome de Gardner, complejo de Carney, síndrome de Werner y síndrome del tumor hamartoma PTEN.