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La historia detrás de las estatinas

Evaluar el riesgo de enfermedad cardíaca

13 de mayo de 2014

En noviembre de 2013, la American Heart Association publicó nuevas directrices sobre cómo los médicos podrían controlar mejor los niveles de colesterol en sus pacientes. Es la primera vez en diez años que se actualizan estas directrices.

Las nuevas directrices modifican la manera en que los médicos determinan quién debe tomar estatinas, una clase de fármacos prescritos para reducir el colesterol. Según los nuevos parámetros, hasta un tercio de adultos en Estados Unidos podría beneficiarse de tomar estatinas. Es un número significativamente más alto que el indicado por las pautas anteriores. Además, a diferencia de sus predecesores, las nuevas directrices aconsejan a los médicos que se centren menos en los niveles de colesterol y más en el riesgo general de enfermedad cardíaca al decidir sobre la terapia con estatinas.

Estatinas: ¿Quién las necesita?

Los médicos han recetado estatinas durante mucho tiempo principalmente en función de un número: el recuento de colesterol. Si tenía un nivel demasiado alto de colesterol LDL "malo", sería candidato para terapia con estatinas.

Las nuevas directrices cambian el enfoque del conteo de colesterol al riesgo total. Pide a médicos y a pacientes que tengan una visión más amplia que solo el nivel de LDL, dice el especialista en cardiología de Duke, Mahesh Patel, MD. "El riesgo de sufrir un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular es un tema complejo", dice. Hay que tener en cuenta la edad, el género, la raza, el colesterol 'bueno' total y HDL, el tabaquismo y otras afecciones de salud como diabetes e hipertensión. Por lo tanto, aunque el recuento de colesterol de su último análisis de sangre sigue siendo un factor, ya no es el factor principal.

Las nuevas directrices enumeran cuatro grupos de personas que se deben considerar seriamente para la terapia con estatinas:

  • Personas con antecedentes de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular enfermedad arterial periférica u otros problemas corazón o vasculares
  • Personas de 21 años o más que tienen un nivel muy alto de colesterol malo (un LDL de 190 o más)
  • Personas con diabetes tipo 1 o tipo 2 que tienen entre 30 y 75 años
  • Las personas de 40 a 75 años que no tienen enfermedad cardíaca pero que tienen un riesgo del 7.5 por ciento o más de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular dentro de los 10 años, según una nueva calculadora de riesgos que mide una variedad de factores físicos y de estilo de vida.

¿Por qué el cambio?

A lo largo de los años, se ha llevado a cabo una amplia investigación sobre los efectos de las terapias para reducir el colesterol. Sin embargo, no todos los estudios son iguales. Patel explica que los autores de las nuevas directrices decidieron no incluir estudios de calidad inferior. Las directrices actuales se basan únicamente en estudios clínicos controlados, aleatorizados y de alta calidad.

"Si cumple con los criterios para necesitar tratamiento, las nuevas pautas se centran en alinear su riesgo con la intensidad adecuada de la terapia con estatinas, ya sea que requiera una dosis alta, moderada o baja de estatinas", dice Patel. Anteriormente, el objetivo era reducir los niveles de LDL a menos de 100 o 70. Realmente no hay evidencia sólida que demuestre que tratar un número específico de LDL sea lo mejor para todas las personas, por lo que las directrices cambian nuestro enfoque hacia la evaluación del riesgo. Es posible que se realicen nuevos ensayos en el futuro para probar la hipótesis de tratar objetivos específicos de LDL, pero actualmente no hay pruebas sólidas que respalden este enfoque".

Beneficio y riesgo

Patel advierte que las directrices no deben tomarse como algo más que lo que son: directrices. "No determinan con certeza si usted necesita estatinas", dice. Ayudan a guiar la conversación mientras el paciente y el médico toman la decisión juntos. Cada persona es diferente".

Todo se reduce a sopesar los riesgos y los beneficios. "Siempre vuelvo a esto", dice. "Las estatinas tienen efectos secundarios reales, pero casi todos estos efectos secundarios son reversibles y no ponen en peligro la vida. No se puede decir lo mismo de los 'efectos secundarios' de no tomar estatinas cuando se tiene un alto riesgo de sufrir ataques de corazón y accidente cerebrovascular".

La verdadera historia

Quizás el tema más importante y que se pasa por alto en estas pautas es el cambio de estilo de vida, dice Patel. Esa siempre es la primera opción. Estas pautas indican que un estilo de vida saludable siempre debe acompañar la terapia con estatinas. Eso significa alimentarse de manera saludable, reducir la cantidad de comida, aumentar la actividad física y no fumar. Hemos aprendido que hay muchas más preguntas que necesitan respuesta y muchos más estudios que deben realizarse, pero un estilo de vida saludable siempre será un cambio sabio, accesible y positivo.

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