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Las comidas pequeñas y frecuentes son mejores para su metabolismo

Los grandes banquetes y el exceso de golosinas no solo añaden kilos de más. Una investigación de Duke encuentra que comer en exceso también puede cambiar el metabolismo, es decir, la forma en que las células del cuerpo procesan los alimentos que consume, y eso puede llevar a problemas de salud crónicos, incluyendo diabetes. Las comidas más pequeñas y frecuentes son las más adecuadas, según los investigadores.
Quemar el combustible adecuado en el momento adecuado
El cuerpo humano depende de dos fuentes principales de combustible alimentario para obtener energía: carbohidratos y grasa. Las células en el cuerpo deciden cuáles quemar según lo que esté disponible. La grasa almacenada satisface la necesidad cuando hay hambre, mientras que los carbohidratos proporcionan energía rápida después de una comida o durante ejercicio. Cuando las células toman la decisión adecuada en el momento oportuno, los niveles de azúcar en sangre se mantienen dentro de rangos normales.
Sin embargo, cuando el suministro de energía excede la demanda, ya sea por consumo excesivo de alimentos o por falta de actividad física, las células se confunden sobre qué tipo de combustible elegir. Según Deborah Muoio, PhD, investigadora de Duke que estudia enfermedades metabólicas, hay cada vez más evidencia que sugiere un vínculo entre las células que eligen la fuente de combustible incorrecta y las enfermedades asociadas con un control deficiente de la glucosa en sangre, como diabetes.
Comer en exceso atasca el sistema
El cuerpo humano siempre ha sido capaz de adaptarse y funcionar durante los períodos de alimentación y ayuno. Eso cambia cuando el cuerpo es bombardeado por un flujo constante de carbohidratos y grasas en forma de comer en exceso. Las células ya no entienden las señales que se les envían y se confunden sobre qué combustible quemar y cuándo.
El Dr. Muoio usa la analogía de un atasco de tráfico en hora pico para explicar lo que está sucediendo en el cuerpo.
"Cuando las personas comen demasiado y con demasiada frecuencia, hay más tráfico en forma de moléculas de carbono [lo que conocemos como alimentos]", dijo. "Cuando hay más moléculas de carbono, pueden chocar y causar daño a las células".
Cuando las señales de tráfico que permiten que los automóviles viajen sin problemas funcionan mal (o en términos humanos, cuando comemos en exceso), "exacerba el problema del tráfico y puede empujar a las células a un estado de atasco metabólico", dijo.
El ejercicio marca la diferencia
El ejercicio ofrece muchos beneficios para la salud, aunque investigadores todavía están investigando exactamente qué papel desempeña. Lo que está quedando claro, dice el Dr. Muoio, es que el ejercicio aumenta la demanda del exceso de alimentos que se consumen.
"La actividad física puede despejar las autopistas metabólicas porque las moléculas de carbono se queman a un ritmo mucho mayor", dijo el Dr. Muoio. "Las moléculas de carbono ya no chocan entre sí y están mejor preparadas para hacer frente a un nuevo suministro de combustibles".
Además de la pérdida de peso, la investigación del Dr. Muoio sugiere que los períodos breves de ejercicio pueden tener beneficios inmediatos en el control del azúcar en la sangre, la reducción de los niveles de colesterol y la reducción del riesgo de diabetes.
Comer más pequeño y con frecuencia hace que el cuerpo funcione sin problemas
Además del ejercicio, el Dr. Muoio recomienda el pastoreo, es decir, comer comidas más pequeñas y más frecuentes para mantener el metabolismo funcionando sin problemas.