KidsCan! conecta a los niños para hablar sobre el cáncer de sus padres

Micah Sedillos, epecialista en apoyo infantil, pasa tiempo con Graham Alexander y sus hijos mientras estos disfrutan de burbujas y conos de nieve en una reunión trimestral en persona de KidsCAN!
El equipo de KidsCAN! se acercó a Graham Alexander y a su familia poco después de que su mujer, Elizabeth, fuera trasladada al Centro Oncológico de Duke desde otro hospital para continuar con su tratamiento de cáncer de colon. Al principio, Graham estaba reacio a participar en el programa.
Conectar a niños de la misma edad cuyos padres tienen cáncer
KidsCAN! se ofrece de forma gratuita gracias al Programa de Apoyo al Paciente con Cáncer de Duke y contacta a los niños mediante Zoom y reuniones trimestrales presenciales para que puedan hablar sobre el cáncer de sus padres en un entorno seguro con compañeros de su misma edad, entre los 4 y los 18.
“Por ser cuidador, mi instinto es proteger. No quiero que otras personas les hablen a mis hijos sobre el cáncer ni que los guíen a través de este proceso. Ese es mi trabajo”, expresó Alexander. Sin embargo, al mismo tiempo, pensó que sus hijos solo hablarían con profesionales, lejos de él y de su esposa.
Alexander nos contó que su esposa lo hizo cambiar de opinión. “Ella era la que se encargaba de preparar a los niños para los diferentes acontecimientos de la vida. Ella fue la que dijo: 'Contamos con este recurso, deberíamos aprovecharlo. Necesitamos ayuda'”.
El material para actividades hace que los niños comiencen a hablar
Micah Sedillos, CCLS, es codirecta de KidsCAN! en Duke Cancer Center Raleigh. Desde hace 15 años, es especialista certificada en la vida infantil y del adolescente.
“A esta edad, los niños tienden a no querer ser distintos a sus compañeros de clase”, comentó Sedillos, “pero están dispuestos a conversar con otros niños que están pasando por lo mismo”.
Para ayudar a romper el hielo durante las reuniones mensuales, KidsCAN! envía a los niños un paquete de materiales para actividades terapéuticas que realizan juntos.
Uno de los paquetes recientes incluía el libro Invisible Strings, de Patrice Karst. Los niños también pueden ver un vídeo de YouTube del libro leído en voz alta. Para la actividad, los niños escribieron los nombres de sus seres queridos en corazones de papel y los unieron con cintas de colores. Al terminar, se los mostraron unos a otros a través de las cámaras.
“La idea es que todos estamos conectados, incluso cuando estamos separados”, explicó Sedillos.
Los padres aprenden escuchando
El entorno virtual facilita la participación de los padres. “Los animamos a que escuchen mientras los niños hablan entre sí sobre sus experiencias, a menudo, mediante una actividad en la que trabajan durante la reunión”, comentó Sedillos.
Alexander estuvo de acuerdo: “Solíamos quedarnos en segundo plano, fingiendo que enviábamos correos electrónicos, o mi mujer fingía que leía un libro”, agregó. “Pero, en realidad, estábamos escuchando lo que decían. Me sorprendió que supieran de qué se trataba la llamada: sabían que estaban hablando del cáncer. Sin embargo, al mismo tiempo, podían divertirse jugando con Legos o dibujando”.
“También me sorprendió ver qué tan preparados estaban mis hijos para hablar sobre el cáncer porque yo no lo estaba. Me sentía aterrorizado de hablar sobre la enfermedad con ellos”.
Alexander dijo que escuchar las reuniones hizo que él y su esposa se sintieran más cómodos a la hora de tener conversaciones similares con sus hijos.
Además de los eventos virtuales y presenciales de KidsCan!, una vez al mes, se hace una reunión virtual del grupo para la Crianza con Cáncer.