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Duke Children's Hospital realiza su primer trasplante de corazón y riñón combinado (video)
Duke Children's Hospital realizó su primer trasplante de corazón y otro órgano, lo que brindó a Shania Harris, de 9 años, un corazón y riñón nuevos. Mire la historia de Shania.
Shania Harris estaba sentada en una camilla en la unidad de cardiología de Duke Children's Hospital. Sonreía tímidamente y bromeaba con su tío abuelo, Tony Jenkins (a quien llama "Papá"), sobre lo mucho mejor que le fue a ella que a él la Navidad pasada.
"Papá no recibió ningún juguete", expresó. Papá reconoció que Papá Noel no le había traído ningún juguete. Pero él y el resto de su familia habían conseguido algo mucho más preciado: habían recuperado a Shania.
Después de casi un año de tratamiento por afecciones cardíacas y renales potencialmente mortales, Shania recibió el primer trasplante de corazón y otro órgano en el Duke Children's. Cuando le dieron el alta el 11 de diciembre de 2015, llevaba 322 días en el hospital, principalmente en la unidad de cuidados intensivos cardíacos pediátricos (UCICP).
"Ese fue el mejor regalo de Navidad de mi vida, que Shania volviera a casa", afirmó la madre de Shania, Ashley Robinson. "Fue un año largo y aterrador, y estábamos muy felices de tenerla en casa y comenzar a recuperar nuestra rutina".

La insuficiencia renal y cardíaca apareció repentinamente
En enero de 2015, Shania expresó que no se sentía bien y que tenía problemas para respirar. Su madre la llevó a Duke Regional Pediatrics, donde los médicos la trasladaron rápidamente al Departamento de Emergencias de Duke Children's.
Allí, los médicos descubrieron que sus riñones no funcionaban correctamente, al igual que su corazón. Shania se había sometido a una cirugía cuando era bebé para reparar un agujero en su corazón, pero se recuperó por completo y estaba disfrutando de una infancia saludable. Después de realizarle pruebas exhaustivas, los médicos de Duke sometieron a Shania a diálisis por su insuficiencia renal y comenzaron a tratarla con medicamentos para ayudar a su corazón.
"A veces, cuando se trata la insuficiencia renal y se eliminan las toxinas que se acumulan cuando los riñones no funcionan bien, el corazón también comienza a recuperarse", explicó la cardióloga de Duke, Heather Henderson, MD. "Eso es lo que esperábamos que sucediera. Esperamos uno o dos meses, pero a pesar de la diálisis adecuada, su corazón no recuperaba ninguna función. En ese momento, empezamos a hablar sobre la posibilidad de un trasplante de corazón".

Una familia espera un riñón y un corazón de un donante
El equipo renal pediátrico ya había recomendado un trasplante de riñón. Duke Children's nunca había trasplantado simultáneamente un corazón y otro órgano, pero el caso de Shania era único. La pusieron en las listas de espera para trasplante de corazón y trasplante de riñón.
Mientras tanto, vivía en la UCICP, donde tenía sus peluches y fotos en las paredes, y su equipo pediátrico y su familia la cuidaban. Su espíritu alegre impregnaba el lugar.
"¿Puedo llamarla diva?", preguntó Henderson. "Le encanta que le pinten las uñas, y si se lo permite, pintará las suyas. Ama cantar y bailar; quería hacer un video de YouTube y nos convenció a todos los médicos y enfermeras para que cantáramos, bailáramos y usáramos accesorios".
En noviembre de 2015, aparecieron un corazón y un riñón compatibles de un solo donante. El equipo de trasplante de corazón fue el primero en intervenir y reemplazó el corazón enferno por el corazón del donante. La cirugía salió bien y la llevaron nuevamente a la UCI, donde permaneció varias horas.
"Observábamos sus signos vitales con mucha atención", contó Henderson. "La operación fue un éxito. No hubo complicaciones ni mayores contratiempos, y alrededor de las 3 pm volvió para el trasplante de riñón. Tan pronto como colocaron el riñón, comenzó a funcionar. Todo salió a la perfección".

Por fin en casa
Shania se recuperó rápidamente. Como sus nuevos órganos funcionaban bien, los médicos pudieron reducir sus medicamentos y retirarle la diálisis. Unas tres semanas después del trasplante doble de órganos, Shania fue trasladada en silla de ruedas por la puerta principal de Duke Children's. Se fue a casa en una limusina conducida por un duende navideño, cortesía de una tía que le había hecho esa promesa.
Regresará a Duke para consultas de seguimiento, pero si sigue evolucionando, esas visitas serán menos frecuentes con el tiempo.
"Los médicos, las enfermeras y el personal de Duke hicieron un excelente trabajo", expresó Beverly Jenkins, tía abuela de Shania y una de sus dos principales cuidadoras, junto con su madre. "Acompañaron a Shania en cada etapa del proceso. Nos hicieron sentir bienvenidos y cómodos, y se tomaron el tiempo para explicarnos todo. No tengo palabras para expresar lo bien que nos trataron".