Elija el calzado correcto para caminar

Actualizado el 01 de diciembre de 2021

Caminar es bueno para la salud, pero puede ser duro para sus pies si no usa el calzado adecuado. El cirujano ortopédico de pie y tobillo Karl Schweitzer, MD, explica la importancia de elegir un calzado que dé un buen soporte a sus pies y cómo prevenir problemas que pueden ocurrir en el futuro.

Caminar es bueno; un calzado que no se ajusta bien es malo

Los estudios demuestran que caminar a un paso ligero puede reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, obesidad, presión arterial alta, colesterol alto y diabetes. Sin embargo, caminar con el calzado incorrecto puede dificultar el aprovechamiento de los beneficios.

Un calzado que no se ajusta bien puede afectar la forma de caminar, lo que puede provocar dolor crónico en los pies, o la reaparición de antiguas lesiones de tobillo y generar problemas de rodilla y espalda, según Karl Schweitzer, MD, cirujano ortopédico de pie y tobillo en Duke. Los zapatos demasiado apretados o que no se ajustan bien pueden provocar molestias innecesarias y problemas en los pies.

“Cuando las personas vienen a verme por sus problemas en los pies, siempre busco la manera de hacer que se sientan cómodas sin pasar por una cirugía”, comentó el Dr. Schweitzer. “Por lo general, el primer paso está en el calzado que usan a diario”.

Elegir el calzado correcto para caminar

Para asegurarse de que su calzado no le impida caminar por su salud, Schweitzer ofrece estas sugerencias.

  • Asegúrese de que su calzado le queda bien: En muchas tiendas, lo ayudarán a elegir el tamaño correcto y a asegurarse de que es adecuado para la forma, el ancho y el arco de su pie. “Los dedos no deben tener la sensación de estar apretados dentro del zapato, el talón no debería deslizarse”, explicó. Busque que haya media pulgada libre entre la punta del dedo y el extremo del zapato.
  • El soporte es importante:  Por lo general, los zapatos para caminar son livianos, respirables y proporcionan el soporte adecuado. Caminar con calzado sin soporte, como unas chanclas, por ejemplo, puede provocar problemas con el tiempo. Pruebe el soporte de sus zapatos con unos giros y unas flexiones. “Si puede doblar su calzado a la mitad, probablemente sea demasiado flexible”, explicó Schweitzer.
  • Proteja sus tobillos: Las personas con problemas de tobillo deben tomar medidas adicionales para evitar futuras lesiones. Si es propenso a lesionarse el tobillo, elija un calzado para caminar que ofrezca una buena base, como un zapato de caña alta, que puede actuar como una férula para estabilizar el tobillo.
  • Su calzado no durará toda la vida: “La mayoría de las personas no lleva registro de la cantidad de millas que han caminado con su calzado”, señaló Schweitzer. “Suelo decirles a las personas que, por lo general, la vida útil del calzado son 400 millas”. Si no está seguro de cuántas millas tienen sus zapatos, calcule sus años de uso. “No use el mismo par por más de cinco años”, recomendó. “Las propiedades mecánicas se desgastan con el tiempo, y el calzado deja de ser el que era cuando lo compró”. También es útil tener dos pares de zapatos y alternarlos.
  • Tómelo con calma: Si está apenas comenzando con un programa de caminata, tómelo con calma. “Aumente la cantidad de millas y la velocidad de forma gradual”, aconsejó Schweitzer.
  • Varíe sus entrenamientos: Aunque caminar puede ser un gran ejercicio, nuestros cuerpos también necesitan descansar y recuperarse. El entrenamiento cruzado, o la elección de diferentes formas de ejercicio diario, puede prevenir las lesiones. De esta forma, evita fatigar las mismas articulaciones una y otra vez. Si le gusta caminar, intente practicar otras formas de ejercicio, como ciclismo, natación, musculación, trabajo de tronco, estiramientos o el uso de equipos de entrenamiento como una máquina elíptica.
  • Escuche a sus pies: Si experimenta dolor o inflamación, sus pies están tratando de decirle algo. Es posible que esté haciendo demasiado o que necesite un par de zapatos para caminar diferente. Si experimenta dolor repentino o que se prolonga durante varias semanas, puede ser síntoma de algo grave. Comuníquese con su médico si el dolor le impide realizar sus actividades cotidianas.
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Dolor de pie y de tobillo