Lista de verificación de la salud de su hijo para la vuelta a clases

Por Esther L Ellis
03 de agosto de 2023
Un proveedor habla con una paciente adolescente en una sala de exploración

Tiene una lista de verificación para los materiales escolares, pero ¿qué medidas debe tomar para asegurarse de que su hijo goza de buena salud para comenzar la escuela? En este artículo, la pediatra de Duke Health, Jordan Reasor, MD, comparte sus principales consejos para asegurarse de que su hijo esté sano para volver a la escuela y afrontar todo lo que sigue después. 

Programe un examen físico anual

La Dra. Reasor recomienda que los niños en edad escolar tengan al menos una visita de control o un examen físico cada año con su pediatra. Aunque no es necesario realizarle el examen físico antes de que comiencen las clases, es un buen momento para programarlo. Un examen físico anual le brinda al pediatra la oportunidad de asegurarse de que su hijo se mantiene saludable, crece adecuadamente y duerme y come bien. "También examinamos la audición y la vista, que generalmente son cosas que las escuelas tienen en cuenta para asegurarse de que no haya dificultades en el aprendizaje", dijo.

Si su hijo practica deportes escolares, generalmente se requiere un examen físico deportivo antes del comienzo del año escolar o de la temporada. Los exámenes físicos deportivos pueden ser realizados por su pediatra o por un médico de atención primaria especializado en medicina deportiva, que es un médico de atención primaria con formación adicional y certificación en medicina deportiva

Manténgase al día con las vacunas

Las escuelas exigen una constancia de que los niños están al día con sus vacunas. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de North Carolina requiere ciertas vacunas para que su hijo pueda asistir a la escuela. Muchas se dan cuando un niño ingresa al jardín de infantes, al séptimo grado y al 12º grado. 

"Antes de que un niño comience el jardín de infantes, queremos asegurarnos de que esté al día con las vacunas contra la polio, la difteria, el tétanos, la tos ferina, el sarampión, las paperas, la rubéola, la varicela y otras más", dijo la Dra. Reasor. Cuando los niños ingresan al séptimo grado, deben recibir vacunas de refuerzo contra enfermedades como el tétanos, la difteria y la tos ferina. Además, los niños que ingresan al séptimo grado recibirán su primera dosis de la vacuna contra la meningitis. La última dosis generalmente se administra en el 12º grado. Estas son vacunas obligatorias, pero la Dra. Reasor recomienda que su hijo también reciba una vacuna anual contra la gripe y la vacuna contra el COVID-19 para ayudar a protegerlo de enfermarse. 

La Dra. Jordan Reasor, pediatra de Duke Health, explica la importancia de las vacunas cuando los niños regresan a la escuela.

Enseñe la importancia de la higiene para prevenir enfermedades

La vuelta a clases significa que hay más gérmenes circulando y los niños tienen más probabilidades de contagiarse resfriados y virus. "Los padres pueden asegurarse de que sus hijos estén sanos manteniéndose al día con las vacunas, pero también asegurándose de que se laven las manos", dijo la Dra. Reasor. Ella recomienda llevar desinfectante para manos para los momentos en que no haya agua y jabón disponibles.

Establezca un horario para dormir

Durante el verano, los horarios son más relajados, como la hora a la que su hijo se va a dormir y se despierta. A medida que se acerca el nuevo año escolar, considere volver a hacer que su hijo adopte una rutina de sueño para que esté bien descansado para el comienzo de clases.

"Es muy importante que los padres piensen en la transición para volver a las rutinas escolares", dijo la Dra. Reasor. Establecer una hora de dormir para asegurarse de que sus hijos duerman las horas necesarias cada noche facilitará la transición. Según la American Academy of Pediatrics, los niños de 6 a 12 años necesitan entre nueve y 12 horas de sueño cada día (esto incluye las siestas), mientras que los adolescentes necesitan entre ocho y 10 horas de sueño. 

Mantenerse en movimiento

En los niños, el movimiento puede mejorar el aprendizaje, la memoria, el estado de ánimo, la ansiedad y la salud general. Si bien se recomienda que los niños y adolescentes realicen 60 minutos o más de actividad física cada día, no es necesario que sea todo de una vez. Incluso es beneficioso hacerlo de a 10 minutos por vez. 

"El movimiento alegre es la clave", enfatiza la Dra. Reasor. "A nadie le gusta que le digan que haga ejercicio, así que si a sus hijos les gusta pasear al perro, bailar o jugar a la mancha, debemos enfocarnos en ese movimiento alegre".

Prepararse con un buen desayuno

Ofrezca todos los días un buen desayuno a sus hijos para que tengan un día satisfactorio. "Se necesita mucha capacidad mental para pensar y aprender", afirmó la Dra. Reasor. "Si no alimentamos ese cerebro con un buen desayuno, puede rezagarse y resultarle más difícil prestar atención".

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