5 mitos comunes sobre la diabetes tipo 2: conozca los datos

Se calcula que 30 millones de personas en los EE. UU. tienen diabetes tipo 2, pero según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, casi una cuarta parte de esas personas no saben que la tienen. Es posible que no conozcan los síntomas o que no quieran visitar a un médico. Para el 2050, una de cada tres personas residentes en Estados Unidos padecerá la enfermedad. En este artículo, Jennifer Green, MD, endocrinóloga de Duke Health, aborda cinco mitos muy extendidos sobre la diabetes.
Mito: si nadie en la familia tiene diabetes, entonces yo tampoco
Tener un familiar cercano con diabetes tipo 2 aumenta el riesgo de padecer esta enfermedad. Sin embargo, el riesgo aumenta con la edad y es mayor en personas que padecen enfermedades cardíacas, presión arterial alta y sobrepeso u obesidad, independientemente de los antecedentes familiares. Las mujeres que dieron a luz bebés que pesaron más de nueve libras también corren un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Aunque no puede cambiar sus antecedentes familiares ni su edad, sí puede adoptar un estilo de vida saludable para reducir el riesgo.
Mito: comer demasiada azúcar produce diabetes
Es un blanco fácil, pero el azúcar no es el culpable. Los verdaderos riesgos son el aumento de peso y la falta de actividad. Aumentamos de peso cuando ingerimos más calorías de las que nuestro cuerpo necesita. Una parte de esas calorías extra puede proceder del azúcar, pero no es el culpable directo.
Para reducir el riesgo, es más importante ajustar la ingesta de calorías a la necesidad del cuerpo, en vez de eliminar por completo el azúcar.
Mito: las personas que padecen diabetes no deben comer carbohidratos ni alimentos azucarados
Los carbohidratos tienen mala fama. La verdad es que son un componente importante en la nutrición de las personas, sin importar si padecen diabetes o no. Las personas que padecen diabetes pueden incluir carbohidratos (y azúcar en menor medida) en sus comidas.
Sin embargo, es importante planificarlas con antelación para evitar cambios bruscos en el nivel de azúcar en sangre. Una solución podría ser comer la misma cantidad de carbohidratos en cada comida. Un nutricionista o un auxiliar educador en diabetes puede ayudarle a decidir cómo incluir estos alimentos.
Mito: es mejor evitar el uso de medicamentos contra la diabetes durante el mayor tiempo posible
Lo más importante que puede hacer una persona que padece diabetes es controlar su nivel de zúcar en sangre. Si no lo hace, un nivel alto puede causar daños permanentes en los órganos.
Salvo algunas excepciones, la mayoría de las personas necesitará más de un medicamento para mantener un buen nivel de azúcar en sangre a lo largo del tiempo. Está demostrado que algunos medicamentos pueden reducir el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares o renales, por lo que deberían tomarlos todas aquellas personas que padezcan o tengan un riesgo elevado de padecer estas afecciones.
Aunque se prevé que dos de cada cinco estadounidenses desarrollen diabetes tipo 2 en diferentes momentos de su vida, sabemos que algunos pacientes aún se sienten estigmatizados por tomar medicamentos. Le recuerdo a mis pacientes que lo más importante es el resultado final, no cómo se llega a él. Se trata de proteger su activo más importante: su salud.
Mito: solo las personas que padecen diabetes muy grave necesitan insulina
Este es probablemente el mito más común y peligroso sobre la diabetes. Antes de que descubriéramos lo importante que es controlar el nivel de azúcar en sangre, los médicos solían esperar mucho tiempo antes de recetar insulina.
A menudo, los pacientes presentaban niveles de azúcar elevados durante mucho tiempo, por lo que sus cuerpos desarrollaban complicaciones graves, como la insuficiencia renal, amputaciones o ceguera.
Debido a que la insulina se recetaba después de que surgieran las complicaciones médicas, muchos pacientes asociaban la insulina con un empeoramiento de la salud. Incluso, algunos creían que la insulina era la culpable.
En realidad, la insulina es una forma muy eficiente de mantener el nivel de azúcar bajo control y de proteger al cuerpo de una diabetes descontrolada. Gracias a la cantidad de opciones nuevas que hay en el mercado, ya no necesita quedarse en casa junto a la nevera cuando es el momento de la inyección. Si su médico le recomienda un tratamiento con insulina, pregúntele cómo puede adaptar la toma del medicamento a su vida, y no al revés.