Un trasplante corneal puede ser necesario si le diagnostican queratocono, que hace que la córnea se vuelva fina y cónica, o cuando una distrofia corneal hereditaria, como la distrofia de Fuchs, provoca inflamación y opacidad de la córnea que deterioran su visión. También puede ser candidato a un trasplante corneal si su córnea está dañada a causa de una infección, cicatrización o traumatismo.
Se suele recomendar este procedimiento cuando los tratamientos menos invasivos para enfermedades corneales, como anteojos o lentes de contacto especiales y medicamentos para reducir la inflamación, no pueden detener la progresión de la enfermedad corneal.
Existen varios tipos de trasplante de córnea para eliminar el tejido corneal dañado y enfermo. Después de una evaluación completa, que incluye estudios de imágenes sofisticados de la córnea, podremos recomendar el procedimiento más efectivo para su condición.