Adrenalectomía laparoscópica

En una cirugía mínimamente invasiva, el cirujano realiza pequeñas incisiones en el abdomen o la espalda para luego insertar un laparoscopio. Un laparoscopio es una herramienta estrecha con una cámara diminuta en la punta que permite al médico ver las glándulas suprarrenales y acceder a ellas. El cirujano usa herramientas quirúrgicas diminutas, que también se pasan a través de las pequeñas incisiones, para extirpar la glándula suprarrenal que contiene el tumor o una parte de esta, de ser posible.

Existen varios procedimientos mínimamente invasivos para extirpar las glándulas suprarrenales cancerosas o enfermas. Cada opción de tratamiento depende del tamaño y la ubicación del tumor, los antecedentes de cirugía abdominal previa y la estructura singular de su cuerpo. Los cirujanos de Duke están capacitados en las últimas técnicas quirúrgicas, por ejemplo: 

• Cirugía laparoscópica transabdominal: en este procedimiento, usted se acuesta de lado con los pies ligeramente flexionados para permitir un mejor acceso a los órganos abdominales.
• Cirugía laparoscópica retroperitoneal posterior: este abordaje se realiza mientras usted está boca abajo. Es ideal para las personas que se hayan realizado una cirugía abdominal previa.
• Cirugía robótica: los cirujanos utilizan un brazo robótico para extirpar una o ambas glándulas suprarrenales. La tecnología robótica mejora los ángulos y el alcance del procedimiento quirúrgico. Se realiza mientras usted está acostado de lado.

Si no es candidato para la adrenalectomía mínimamente invasiva, podríamos recomendarle la cirugía abierta, que requiere incisiones abdominales más grandes. Se suele recomendar a personas con tumores suprarrenales muy grandes que no pueden extirparse mediante pequeñas incisiones, o cuando los tumores empiezan a comprimir otros órganos.

Si le practican una cirugía laparoscópica o robótica, permanecerá en el hospital al menos una noche antes de poder recibir el alta. Es posible que sienta algunas molestias durante la recuperación, que suele durar unas dos semanas. En ese momento, podrá volver lentamente a sus actividades habituales. Si se somete a una cirugía abierta, se requiere permanecer en el hospital para que le hagan un seguimiento durante un máximo de cuatro días. La recuperación tras una cirugía abierta demora unas seis semanas.