Neuroblastoma

La cirugía elimina el tumor y el tejido circundante para asegurar que no queden células de cáncer. Siempre que sea posible, cirujanos pediátricos altamente calificados utilizan técnicas mínimamente invasivas, que permiten incisiones más pequeñas y una recuperación más rápida.

La quimioterapia destruye células de cáncer o impide su crecimiento, con el objetivo de evitar que el cáncer regrese. La mayoría de los niños reciben quimioterapia como parte de tratamiento. Los oncólogos médicos pediátricos proporcionan quimioterapia, generalmente a través de una infusión intravenosa. 

La radioterapia de haz externo, que se administra desde una máquina fuera del cuerpo, concentra los haces de radiación de alta energía (radiografía) en los tumores para matar o detener el crecimiento de células de cáncer. Por lo general, se utiliza después de quimioterapia, cirugía y trasplante de células madre para eliminar cualquier célula de cáncer que pueda quedar. Nuestros oncólogos radioterapeutas pediátricos utilizan estudios de imágenes avanzados para determinar la ubicación exacta del tumor y minimizar el daño a los tejidos circundantes.

La inmunoterapia utiliza el poder de las células del sistema inmunitario que combaten enfermedades (anticuerpos) para ayudar a combatir el cáncer. Los médicos utilizan un anticuerpo monoclonal diseñado especialmente, que es una sustancia creada por el ser humano que actúa como los anticuerpos del cuerpo, para atacar células de neuroblastoma. La inmunoterapia se utiliza a menudo en combinación con otros tratamientos, como radiación y quimioterapia. La terapia se proporciona a través de una infusión intravenosa.

Un trasplante de células madre permite a los médicos recolectar las células madre de su hijo y almacenarlas para su uso después de un tratamiento intensivo. Su hijo recibe una dosis alta de quimioterapia o radiación (o ambas) para destruir la mayor cantidad posible de células de cáncer. A continuación, se lleva a cabo una infusión intravenosa de células madre que se habían reservado previamente, para reemplazar médula ósea y restaurar células sanguíneas sanas. Dado que las células madre son células propias de su hijo, el riesgo de que el cuerpo de su hijo tenga dificultades con las células trasplantadas es mínimo.

Cuando los niños tienen neuroblastoma que está muy diseminado, ha regresado o no responde al tratamiento, su oncólogo pediátrico puede discutir si I-131 MIBG es una opción de tratamiento. Se puede recomendar cuando el neuroblastoma se encuentra en múltiples lugares del cuerpo, lo cual es difícil de tratar con radioterapia estándar.

La MIBG es una sustancia que se combina con yodo radiactivo para dirigirse y destruir células de cáncer. La MIBG es absorbida por células de neuroblastoma, entregando radiación directamente para intentar eliminar las células. Apunta a las células tumorales en todo el cuerpo y las destruye, preservando el tejido sano.

Un tecnólogo en medicina nuclear capacitado utiliza una vía intravenosa para infundir MIBG en el torrente sanguíneo de su hijo durante un período de dos horas. La terapia se ofrece en una sala con revestimiento de plomo que está diseñada específicamente para este propósito. Su hijo pasará unos días en la misma habitación mientras la sustancia radiactiva se elimina de manera natural de su cuerpo. Tomamos precauciones especiales para proteger a padres y personal de la exposición a la radiación mientras están en la habitación.

La terapia con mibg puede ser una opción más rápida, efectiva y menos dolorosa que otros tratamientos. Requiere menos tiempo en el hospital y suele ser bien tolerado, con menos efectos secundarios que otros tratamientos.