Vacuna contra el VPH: conozca los mitos y las realidades

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que niñas y niños de 11 y 12 años reciban la vacuna para protegerse contra el virus del papiloma humano (VPH). Este virus, que se puede transmitir a través de la actividad sexual, es la causa de la mayoría de los casos de cáncer cervical, así como de algunos tipos de cáncer de garganta y de genitales.
"Normalmente, se piensa que las vacunas sirven para prevenir infecciones como la neumonía o la gripe", menciona Jennifer Howell, MD, ginecóloga de niños y adolescentes de Duke Health. "Esta es una vacuna contra el cáncer. Puede erradicar por completo algunos tipos de cáncer".
La desinformación hace que muchos adolescentes no reciban esta importante vacuna. A continuación explicamos algunos mitos y realidades frecuentes.
MITO: la vacuna contra el VPH es peligrosa.
REALIDAD: los estudios demuestran que la vacuna es segura. Algunos jóvenes pueden presentar dolor, enrojecimiento, hinchazón en el lugar de la inyección y, en algunos casos, una reacción alérgica. Por esta razón, después de administrar la vacuna, se realiza un cuidadoso seguimiento a quienes la reciben.
MITO: la vacuna fomenta que las personas jóvenes sean sexualmente activas.
REALIDAD: un estudio de los CDC demostró que la vacuna contra el VPH no está relacionada con un inicio prematuro de la actividad sexual.
MITO: la vacuna contra el VPH no es necesaria.
REALIDAD: la vacuna evitará que muchas personas desarrollen cáncer o mueran por esta causa. Es 95% eficaz para prevenir afecciones precancerosas cervicales causadas por el VPH de alto riesgo. Además, puede reducir los casos de cáncer de garganta y de genitales.