Edad y nivel de actividad
Cuando el ligamento cruzado anterior (LCA) se rompe o se estira de forma inadecuada, se produce inestabilidad en la rodilla. Tendrá la sensación de que la rodilla se dobla o cede, sobre todo en actividades que impliquen pivotar o hacer cambios repentinos de dirección. Si es mayor, tiene un estilo de vida sedentario y realiza sobre todo actividades en línea recta como montar en bicicleta o caminar, es posible que lo único que necesite sea terapia física. Las personas más jóvenes que deseen permanecer activas o volver a realizar actividades con saltos, cambios repentinos de dirección o torsión se beneficiarán con la cirugía del LCA combinada con terapia física antes y después de la cirugía.
Un examen minucioso determina el alcance de la lesión
Un examen minucioso, que incluye radiografías y exploraciones por resonancia magnética, determinará si sufrió una lesión de ligamentos u otra lesión de rodilla. Si se trata de una lesión aislada de ligamentos LCM, LCP o LCL, puede que no sea necesaria la cirugía de rodilla. Nuestra experiencia demuestra que cuando estas lesiones se producen de forma aislada, a menudo pueden curarse por sí solas mejor y más rápido con ortesis de rodilla, movimiento precoz, terapia física y medicamentos antiinflamatorios. Cuando estas lesiones se combinan con una lesión del LCA, la cirugía puede ser recomendable.