Nuestro equipo de gastroenterología está especializado en los trastornos que pueden dañar el páncreas y alterar su capacidad para digerir los alimentos; entre otros, los siguientes:
Pancreatitis aguda: inflamación repentina del páncreas. Aunque los episodios de crisis suelen deberse a cálculos biliares o al consumo de alcohol, en muchos casos la causa es incierta. Con una atención médica adecuada, puede evitar complicaciones potencialmente mortales, como la insuficiencia renal o pulmonar, y prevenir futuros episodios de crisis.
Pancreatitis crónica: inflamación de larga duración que daña permanentemente el páncreas y aumenta el riesgo de cáncer de páncreas. Aunque no existe una cura para la pancreatitis crónica, un diagnóstico temprano facilita el acceso a tratamientos que pueden mejorar su calidad de vida. Ofrecemos tratamientos para aliviar el dolor y reducir el riesgo de problemas, como la desnutrición, la diabetes y las fracturas óseas.
Quistes pancreáticos: sacos llenos de líquido que crecen sobre el páncreas o dentro de este. Algunos quistes son inofensivos, pero otros pueden convertirse en tumores malignos. Si el tipo de quiste que padece aumenta el riesgo de cáncer de páncreas, crearemos un plan de seguimiento exhaustivo.
Cálculos biliares: depósitos sólidos de líquido digestivo que se forman en la vesícula biliar. Si los cálculos biliares crecen, pueden obstruir el conducto pancreático y causar pancreatitis.
Algunos trastornos del páncreas, como la diabetes y la insulinoma, requieren la atención de especialistas en hormonas, llamados endocrinólogos. Si necesita atención en endocrinología, Duke ofrece tratamientos médicos y quirúrgicos innovadores para la mayoría de los problemas endocrinos pancreáticos.