Acné

Matan las bacterias de la piel y reducen la acumulación de sebo. Los tratamientos tópicos pueden incluir la aplicación de un retinoide, que ayuda a la piel a eliminar las células muertas que obstruyen los poros, peróxido de benzoilo bajo receta o antibióticos, que matan las bacterias y reducen la inflamación y ácido salicílico, que disminuye la hinchazón o el enrojecimiento y destapa los poros.

Un caso grave de acné con inflamación se trata con antibióticos por vía oral para matar las bacterias y reducir la inflamación. Además, se pueden recetar pastillas anticonceptivas y otros tratamientos hormonales a mujeres que sufren brotes de acné sincronizados con los ciclos menstruales.

La acción de este medicamento retinoide oral, derivado de la vitamina A, destapa los poros y reduce las glándulas sebáceas. Se suele recetar para casos graves de acné cuando otros medicamentos no han surtido efecto. El médico realizará un seguimiento exhaustivo durante el tiempo que se tome este medicamento, que se vende bajo marcas como Accutane, Absorbica, Claravis, Myorisan y Zenatane.

Los medicamentos activados mediante luz o láseres eliminan las bacterias del acné, así como las células de la piel. Estas terapias permiten tratar el acné y reducir las cicatrices.

Los productos químicos actúan sobre la superficie de la piel para eliminar los puntos negros y los bultos sólidos (pápulas). La apariencia mejora en el transcurso de días o semanas cuando finaliza el proceso de curación natural de la piel. Las exfoliaciones químicas se suelen realizar en combinación con otras terapias cosméticas.

Los quistes grandes de acné se pueden eliminar mediante el procedimiento de drenaje y extracción. Por lo general, se realiza cuando el quiste no responde al medicamento. La eliminación del acné puede aliviar el dolor que el quiste causa y reducir la posibilidad de que aparezcan cicatrices.